CARLOS BAYOD SERAFINI
   
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EL NUEVO PARADIGMA EN LA EDUCACIÓN DEL SIGLO XXI

 

Desde las últimas décadas del siglo XX se han apreciado cambios muy sustanciales en el alumnado de los centros educativos de occidente. En prensa, radio, televisión y en organizaciones preocupadas por el tema, se especula sobre las causas de dichos cambios y sus consecuencias.

Se habla de si deben ser los padres los que eduquen a sus hijos o si son los profesores los que deben ser educadores o si éstos últimos, simplemente, deben intentar controlar la situación en el aula e impartir las materias que le correspondan con el fin de ilustrar al alumno.

La fórmula, para muchos, parece lógica; los padres educan a los hijos en valores y conducta y el profesor los ilustra. Pero esto no sucede pues, aparentemente, ni los padres educan, dada la conducta en el aula de muchos alumnos, ni los profesores enseñan a tenor del gran coeficiente de fracaso escolar.

¿Los alumnos no aprenden por falta de educación en valores y conducta o los profesores no enseñan adecuadamente?

Padres y profesores hacen lo que pueden pero les falta la preparación para afrontar un cambio que todavía unos y otros, en su mayoría, no han advertido y, por tanto, no saben como enfrentar.

Es muy posible que haya un cambio de paradigma pero que, desgraciadamente, los educadores no tengan desarrollado el nuevo modelo a seguir para transmitirlo a los hijos o alumnos.

El viejo paradigma en el que los valores eran dogmas que tenían que aceptar por creencia (fe), se están extinguiendo en occidente. La bondad, el amor al prójimo, el honor, la cortesía, la urbanidad, los valores religiosos, etc. que eran conductas que teníamos que seguir, hoy ya no sirven. ¿Por qué creer en estos valores y no en otros que me son más cómodos y divertidos y, además, más palpables? ...se dicen muchos jóvenes que no sienten en su fuero interno la necesidad de seguir normas que no tienen contenido para ellos.

Hoy la información nos permite saber qué está sucediendo en todo el mundo en tiempo real. Esto nos da una posibilidad de ver como las personas se matan en guerras étnicas, económicas o de religión. Como la gente mata y muere por transgredir morales inventadas que para otras creencias son insignificantes. Vemos como se sufre opresión o se muere a causa de odios fomentados para beneficio de unos pocos. Vemos como las personas sufren discriminación social por reglas inventadas por otros para beneficio propio. Y todo esto sucede porque tenemos una capacidad increíble de “sacralizar” cualquier montaje bien tramado.

Al ver que es un montaje, los jóvenes dejan de creer en los valores que les quieren inculcar los mayores y que forman parte del macro-engaño. Como consecuencia, al no tener valores, se lanzan a vivir al día sin más y crean otras sacralizaciones que les son más interesantes e inmediatas.

La sacralización usa el mismo mecanismo o es lo mismo que el fenómeno del enamoramiento. Cuando nos enamoramos, el ser amado pasa a ser lo más importante de nuestra vida. Somos entorno suyo y su entorno pasa a ser nuestro entorno más importante. Ser entorno nos lleva a depender de otro y supeditar nuestra realización a la realización del otro que, en el caso del ser amado, si nos ama, mirará por nosotros y nos ayudará a que nos realicemos y viceversa. Pero los que organizan los montajes no están enamorados de nosotros y, por tanto, no buscarán nuestra realización pues el enamoramiento o sacralización a la que nos inducen es unilateral y en beneficio de ellos o de sus creencias.

EL SER HUMANO POSEE UNOS MECANISMOS MENTALES MARAVILLOSOS QUE NO HAN SIDO ADECUADAMENTE DESARROLLADOS Y QUE, TAL VEZ, SEAN LAS CLAVES PARA EL NUEVO PARADIGMA.

El ser humano necesita dialogar consigo mismo y con los demás y, evidentemente, las palabras son un buen invento, un gran medio para conseguirlo. Pero se ha ponderado mucho la necesidad de la comunicación verbal y se ha olvidado que existen otras formas de percepción y expresión que tienen la finalidad de percibir y expresar nuestro mundo interior.

A veces recurrimos a la mística o a la religión para intentar explicarnos cosas que pasan dentro de nosotros y que no podemos comprender con la razón. Y quizás, en otras ocasiones, recurrimos al psicólogo o al psiquiatra para que busque en nuestro interior sensaciones que nos distorsionan la vida. Entonces percibimos lo inaccesible que somos aun para nosotros mismos. Descubrimos que una parte muy importante de nosotros, una parte tan importante que es la que dirige nuestras acciones y condiciona nuestras palabras, no sabemos como utilizarla. Y esta parte de nosotros que no sabemos utilizar, es la que puede darnos la paz, el equilibrio y la creatividad que necesitamos para poder ser felices en esta vida. Y que, yo pienso, es la clave para el nuevo paradigma.

Las palabras no lo explican todo, máxime son unos códigos que se han establecido para decir o decirnos que hemos tenido una vivencia determinada. Pero la vivencia, las sensaciones que nos ha proporcionado la vivencia, no podemos expresarlas con palabras y sólo, si conseguimos transmitir las sensaciones mismas de dicha vivencia de forma que nuestro interlocutor pueda sentirlas, podremos decir que nos hemos comunicado.

NUESTRA VIDA ESTÁ REGIDA POR SENSACIONES

Nuestra vida está regida por sensaciones, pues incluso las ideas, las palabras y los pensamientos están ahí porque un enorme y complejo entramado de sensaciones las está continuamente estimulando y dirigiendo.

El artífice de organizar estas sensaciones es una gran inteligencia que todos poseemos pero que casi no usamos: La “Inteligencia Sensológica”.

LA INTELIGENCIA SENSOLÓGICA

Cuando se hace la luz en nuestra mente es consecuencia de una serie de procesos físicos y químicos que, interrelacionados, nos dan una imagen, una palabra o una sensación.

La Inteligencia Sensológica y la inteligencia en general, son algo virtual que a través de nuestros medios físicos, las interrelaciones entre ellos y los archivos de datos que hemos creado, nos proporcionan la ilusión de un mundo de imágenes, sensaciones y palabras.

A través de nuestros sentidos percibimos los sonidos, los colores, los sabores, el espacio, el tiempo… y, con todo ello, alimentamos nuestra mente creando una gran ilusión que continuamente se está realimentando y ajustando a las nuevas realidades que va generando con cada nueva combinación de experiencias.

Es la vida, nuestra vida, distinta a todas las demás vidas. Y ésta es precisamente la maravilla. Esta capacidad de auto crearse, de auto definirse y de ser diferente en cada ser vivo.

Las mismas circunstancias de esta naturaleza auto evolutiva ha definido en el ser humano dos conciencias complementarias pero diferenciadas. Una es la encargada de sentir, percibir y expresar a través de sus sentidos todos los datos que le mantienen en continuo contacto con su realidad (esta función corresponde básicamente al lóbulo derecho del cerebro). La otra es la que razona lo percibido e intenta explicar la naturaleza de dichas percepciones (de lo cual se encarga fundamentalmente el lóbulo izquierdo). Realmente es como si tuviéramos dos cerebros con capacidades distintas que se complementan para que funcionemos bien. Pero cuando uno de los dos hemisferios no está bien desarrollado entonces aparecen los problemas.

En nuestra cultura se ha dado una predominancia al cerebro izquierdo, el verbal y lineal, olvidándonos de desarrollar el derecho que es sensitivo, holístico y creativo.

Siempre hemos considerado que tenemos una sola inteligencia y que ésta tiene las características del cerebro izquierdo. Debido a ello, lo razonable y verbalizable es lo que se ha tenido en cuenta y, lo demás, todo el amplio mundo de sensaciones que no pueden transmitirse con palabras, ha sido omitido o planteado como medios no fundamentales atribuibles al arte y a reacciones de un inconsciente que nadie sabe dónde se halla.

La “Inteligencia Sensológica” llena este vacío al hacerse responsable de todo lo concerniente a sensaciones y percepciones no verbalizables y preverbales. Y es en este nivel sensológico donde se hallan las claves del nuevo paradigma.

A través del desarrollo de la Inteligencia Sensológica podemos acceder a nosotros mismos, sentirnos, sentir a los demás, sentir el entorno, analizar nuestras sensaciones, entenderlas, ponerlas en orden y alcanzar mayores cotas de equilibrio emocional e intelectual.

LO QUE PENSAMOS ES CONSECUENCIA DE LO QUE SENTIMOS

Muchas veces, se está tan condicionado por la idea de lo que debemos ser que, lo que simplemente somos, es un misterio y, tantas veces, un motivo de enfrentamiento con nosotros mismos.

CONOZCAMOS NUESTRAS SENSACIONES TAL COMO CONOCEMOS NUESTROS PENSAMIENTOS

Tenemos la capacidad de leer las sensaciones y procesarlas tal y como hacemos ahora con las palabras pues, del mismo modo que desarrollamos un nuevo sistema de procesar la información al descubrir la palabra que nos permitió articular y transmitir conceptos, también ahora podemos ampliar nuestra forma de procesar la información y dar un gran paso en nuestra evolución personal al desarrollar nuestra Inteligencia Sensológica.

¿Cuál sería el cambio realizado? Pues que en lugar de trabajar solamente con la Inteligencia Verbal tipo cerebro izquierdo, trabajaríamos también con la Inteligencia Sensológica tipo cerebro derecho, lo cual comportaría que dada la naturaleza holística y global de dicha inteligencia, en lugar de procesar una información detrás de la otra, podríamos procesar múltiples informaciones simultáneamente. Esto mejoraría nuestra inteligencia y, evidentemente, el rendimiento de los escolares.

Otro elemento que se beneficiaria de este proceso sería el desarrollo personal. El alumno al adquirir la capacidad de sentirse y de encontrar en sí mismo las respuestas existenciales, facilitaría también los mecanismos para empatizar con los demás y para comprender su necesidad de aprender las materias de clase para su propia realización.

En mi experiencia impartiendo cursos de Sensopedagogía he comprobado que, entre otras cualidades, cuando desarrollamos nuestra Inteligencia Sensológica podemos vivenciar varios espacios simultáneamente así como percibir varios tiempos a la vez. O sea, vivenciar secuencias completas de espacio y de tiempo y hacer múltiples combinaciones con ellas, lo cual da una mayor agilidad a nuestra inteligencia.

Podemos, asimismo, acceder fácilmente a nuestro inconsciente (Inteligencia Sensológica) a través de sencillas técnicas sensoanalíticas, ponerlo en orden y ver lo fácil que es desimplicarse de un problema o un estado emocional que nos está obsesionando y desequilibrando, lo cual puede evitar ya un buen tanto por ciento de fracaso escolar.

Evidentemente, todo esto aporta una mayor eficacia y profundidad a nuestra inteligencia y una mayor capacidad de analizar y analizarnos en estratos de nuestra mente que hasta ahora eran inaccesibles. Y todo ello es posible gracias a lo peculiar de nuestro cerebro.

El cerebro es un órgano que debemos alimentar, programar y preparar para que sea capaz de asimilar los nuevos conocimientos que le llegan del exterior y de nosotros mismos y, además, tener ganas de adquirirlos.

 

LA SENSOLOGIA Y SU APORTACION AL NUEVO PARADIGMA

El cerebro humano es un órgano maravilloso pero infrautilizado. Es como tener un Ferrari y llevarlo tirado de caballos como si fuera un carro. La Sensología ha sido diseñada para proporcionarnos los instrumentos necesarios para que podamos desarrollar nuestra Inteligencia Sensológica y trabajar con la totalidad de nuestro cerebro del que ahora utilizamos solamente un pequeño tanto por ciento.

La Sensología ha desarrollado todo un complejo pedagógico y terapéutico para su aplicación en todos los niveles de la enseñanza y de la sociedad. También ha creado juegos didácticos (Sensojuegos) para aprender jugando.

En la Sensología podemos encontrar herramientas para mejorar nuestra calidad de vida y aprender a percibir, expresar, organizar y utilizar mejor nuestro complejo mundo emocional e intelectual para poder adaptarnos creativamente al nuevo paradigma.

 

PROGRAMA BASICO DE CURSOS Y SEMINARIOS

1º Nivel — Desarrollar nuestra capacidad de percibir y expresar sensaciones

2º Nivel — Aprender a sentirnos

3º Nivel — Desarrollar nuestra capacidad de sentir a los demás

4º Nivel — Aprender a sentir nuestro entorno

5º Nivel — Aprender a sentir y crear en arte

6º Nivel — Aprender a ser creativos profesionalmente

7º Nivel — Aprender aplicaciones sensoterapéuticas

 

1º DESARROLLAR NUESTRA CAPACIDAD DE PERCIBIR Y EXPRESAR SENSACIONES

En este primer Nivel se desarrolla la capacidad de percibir y expresar sensaciones. Es una gimnasia de nuestros sensores y una gran aportación al cerebro al crear nuevas sinapsis y una nueva forma de trabajar a partir de sinestesias. Vemos en estos dibujos que corresponden a un TEP (Tomografía por Emisión de Positrones) en un experimento que se realizó para ver los distintos comportamientos del cerebro ante una estimulación normal (Fig. 1) y una estimulación con sinestesias (Fig. 2).

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Fig. 1 -----------------------------Fig. 2

Con una estimulación normal con palabras se activa una parte del cerebro en este caso, por ejemplo; el área de Broca, principal responsable del lenguaje (Fig. 1).

Con una estimulación sensológica a través de sinestesias la estimulación del cerebro es mucho mayor y se crean continuamente nuevas pistas de comunicación al crear nuevas sinapsis que unen las distintas áreas activadas sensológicamente con sinestesias, con lo cual nuestra inteligencia y nuestra creatividad se multiplican (Fig. 2).

En este primer Nivel, se desarrollan capacidades como las de la lectura del espacio y el tiempo sensación, que no tienen nada que ver con los parámetros del metro y el reloj, pero si con nuestro gran ordenador que es el cerebro y la mente la cual utiliza la enorme complejidad de dichos parámetros espacio-temporales como base de su sistema.

En este nivel se desarrollan en profundidad todos los sentidos y se cruzan entre ellos, aprendiendo a establecer relaciones sinestésicas entre los mismos, con el fin de aprender a centrar nuestra atención en la sensación y no en su soporte expresivo.

Los sentidos son “soportes expresivos”. Una sensación táctil puede expresarse a través de un sonido y seguir produciendo la misma sensación. Por otra parte, al tener que expresar una sensación con otra sensación hace que nos veamos obligados a sentir la sensación y no su descripción que es a lo que estamos, desgraciadamente, acostumbrados.

Una sensación es como un puñado de agua que, al querer retenerla, se escurre entre los dedos La Sensología aporta técnicas especiales para fijar las sensaciones tal y como hacemos con las palabras y trabajar con ellas.

Una sensación es una fórmula de espacio tiempo sensación que se expresa a través de un soporte expresivo o en la propia percepción en uno mismo. Son infinitas las combinaciones de espacio tiempo sensación que pueden realizarse, de ahí su riqueza expresiva.
Cada sensación tiene su personalidad. En este primer Nivel se aprende a distinguirlas en sus mínimos matices para, en niveles superiores, poder trabajar con ellas tal como hemos aprendido a hacer con las palabras.

 

2º APRENDER A SENTIRNOS

Una vez se ha aprendido a percibir, distinguir y expresar el amplio mundo de percepciones sensológicas, se aborda la percepción de uno mismo en todos los niveles. Se penetra, así mismo, en los propios procesos de la percepción para aprender a apreciar lo que se siente en el acto mismo de estar percibiendo o expresando. Así se consigue ser espectador de nuestro propio sentir y, por tanto, del fluir de nuestro propio estar viviendo.

 

3º DESARROLLAR NUESTRA CAPACIDAD DE SENTIR A LOS DEMÁS

Solamente cuando uno es capaz de sentirse a sí mismo es capaz de sentir con una mínima generosidad perceptiva a los demás.

La empatía es posible en el nivel en que uno se vive a sí mismo y a los demás en el plano sensológico.

Pensarse o analizarse no crea empatía ni ayuda a conocerse a uno mismo, normalmente lleva a crear un personaje ficticio que confundimos con un Yo que permanece tapado por nuestro ser inventado. Así inventamos a los demás a partir de nuestro ser de ficción.

Sentirse en todas las dimensiones del ser, aunque la experiencia no esté vestida de palabras, hace del ser humano un ser trascendente y pleno, capaz de las más fuertes y sutiles empatías.

Estas experiencias conducen a un alto grado de socialización y de capacidad creativa y son garantía de buena convivencia.

De esta forma, la comunicación con las personas y la naturaleza será mejor porque, al empatizar, hacer daño al prójimo o a la naturaleza, será dañar una parte de nosotros mismos.

 

4º APRENDER A SENTIR NUESTRO ENTORNO

El siguiente nivel es el entorno. Nuestro entorno, eternamente variable, nos esta dando continuamente una cantidad ingente de mensajes que nosotros, absortos y deslumbrados en nuestra mente por el griterío de las palabras, normalmente somos incapaces de percibir. Es una verdadera lástima. El hombre es una parte de su entorno. Lo sacralizamos o lo hacemos profano sin apenas enterarnos de lo que está sucediendo. No le prestamos atención, sin embargo, el entorno es siempre uno con nosotros. No podemos separarnos de él y es causa y efecto de muchas patologías.

Cuando nos separamos del entorno nos disolvemos en nosotros mismos hasta desaparecer. Cuando nuestra relación con el entorno es saludable nosotros somos saludables. Por ello, en la Sensología, la percepción del entorno a niveles sensológicos se considera de vital importancia, por lo que se han desarrollado una serie de estrategias con el fin de llegar a lo más sutil de dicha relación.

Experimentar las diferentes categorías de entorno a través de múltiples experiencias sensológicas nos permite desarrollar las adecuadas herramientas para mantener una vivencia equilibrada con nuestro medio, coligando a partir de esta práctica, estrategias que utilizará nuestra mente para sus propios procesos emocionales, intelectuales y creativos.

A través de estás prácticas descubrimos la enorme diferencia que existe entre sentir; “Yo y la Naturaleza” o “Yo Naturaleza”.

 

5º APRENDER A SENTIR Y CREAR EN ARTE

El quinto nivel se reserva al arte. En él se penetra en la sensofísica de la estética con sus tensiones y se penetra en los entresijos más sutiles de la obra de arte. Se experimenta con diferentes tensiones interestéticas hasta ser capaz de crearlas y así llegar al mismo atanor de alquimista del artista al transmutar la materia bruta en obra sutil y trascendente. Entonces adquirimos un nuevo conocimiento y una nueva forma de percibir y aprender a ver dónde esta el arte en una obra, o lo que hace que una obra sea de arte y otra no y, por que no, a crear nosotros mismos obras de arte.

Es importante entender la mecánica del arte pues nos revela facultades maravillosas que todo el mundo posee y puede utilizar si se aprende a penetrar en su naturaleza.

El fenómeno arte nos muestra una mecánica de nuestra mente y nuestro cerebro con una enorme capacidad de síntesis y de confeccionar claves para que, por medio de la llave que representa una obra de arte, el receptor, el propio artista como espectador de su propia obra, pueda desvelar dentro suyo profundos secretos de su naturaleza heredados genéticamente que constituyen nuestro más íntimo y preciado tesoro. También propuestas de futuro que aún no tienen forma pero si que pueden ya sentirse. Es el conocimiento extraído de nuestro ser más profundo. Evidentemente, dependerá de cada artista y de cada obra, que nos desvele uno u otro sector del propio conocimiento.

 

6º APRENDER A SER CREATIVOS PROFESIONALMENTE

Todas las profesiones se enriquecen con la aplicación de la Sensología. Hemos visto que un buen desarrollo sensológico hace personas creativas. Si ello lo aplicamos a cada profesión y si somos capaces de vivir y analizar los diferentes elementos de la misma sensológicamente, tendremos una perspectiva muy diferente. Recuerdo el día que dije a unos alumnos de entre diez y trece años que tocaran al piano una suma y una resta que previamente había realizado en la pizarra. Al principio quedaron un poco perplejos pero, cual no fue su sorpresa, cuando después de tocar ambas, todos los alumnos supieron cual era la suma y cual la resta. He de apuntar que todos ellos era la primera vez que tocaban un piano. Luego los mayores fueron capaces de musicar unos quebrados y unas ecuaciones siempre con el mismo resultado.
Igualmente, en el mundo de la empresa, a través de técnicas sensológicas podemos sentir un mercado, un producto, un colaborador, un cliente… y saber que respuesta dar a cada situación.

Los grandes genios sienten. Saben, aun sin aparentemente pensar. Se le llama intuición, pero no es más que una decentemente desenvuelta Inteligencia Sensológica, aunque la hayan desarrollado sin darse cuenta.

Lo que aquí se propone es una forma de que todo el mundo pueda subir unos cuantos escalones en su capacidad mental, en su sensibilidad y en su manera de sentir y entender la vida o cualquier elemento de su profesión. De esta forma, la comunicación entre las personas que componen la empresa será óptima y la alta creatividad de cada uno en su puesto de trabajo decantará en una excelencia que beneficiará a la empresa y a sus componentes. De esta manera se formarán personas que, si son padres, sabrán transmitir y aplicar a sus hijos sus propios descubrimientos sobre sí mismo.

 

7º APRENDER APLICACIONES SENSOTERAPEUTICAS

La misma naturaleza de la Sensología abre un gran abanico de posibilidades terapéuticas para muchas disfunciones tanto físicas como emocionales. Para ello se han creado una serie de aplicaciones sensoterapéuticas con diferentes formas de Sensoanálisis en los que, de forma inmediata, se desimplica al paciente de su problema, de tal forma que, aún sin haberse liberado de él, es capaz de sentirse bien y poder mirar dicho problema como lo haría un espectador externo. Todo ello se consigue porque se está trabajando en el propio nivel del problema, en la propia sensación y con estrategias correspondientes a dicho nivel.

A través de la comprensión, experimentación y potenciación de la capacidad de lectura del espacio tiempo sensación, se entienden con una nueva visión muchas patologías conductuales cuyo desencadenante es una deficiente articulación de dichos espacio y tiempo sensación.

Para su aplicación en la enseñanza se han creado materiales y recursos sensopedagógicos para cada necesidad en las diferentes asignaturas y niveles educativos.

 

SENSOJUEGOS

La Sensología ha permitido crear recursos como los Sensojuegos que se adaptan a todas las necesidades. De momento he creado un amplio catálogo en el que se conjugan Sensojuegos de entretenimiento, educacionales, escolares y terapéuticos, así como Sensojuegos intergeneracionales y de educación especial para diferentes disminuciones.

También se han creado Sensojuegos para ayudar a inmigrantes y demás alumnos con problemas de integración.

La Sensología, en resumen, aporta herramientas para distintos niveles de la enseñanza, las cuales repercuten en una mejor calidad en la educación y una mayor excelencia en los programas y recursos escolares y profesionales, necesarios para asumir el nuevo paradigma que está ya manifestando sus necesidades, evidenciadas en el alto fracaso escolar y necesarias para paliar su futura repercusión laboral y social.

 

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